viernes, 2 de agosto de 2013

QOTSA: Like Clockwork.

Nota original en: http://revistapaco.com.ar/2013/07/30/qotsa-like-clockwork/

Por Sergio Massaroto
Queens Of The Stone Age/ Matador Records (2013)
1-Mecánica de un hombre.
Hay discos de rock –sino todos- que pueden entenderse como el manifiesto explícito o inconsciente de dar cuenta de cierta forma de vida. Es el caso y el pulso que impera en los álbumes de Queens Of The Stone Age; una especie de fenomenología de la experiencia humana en determinado medio. No gobierna en ellos el detalle descriptivo y quizás aburrido de una cadena de sucesos sino que la música misma se convierte en una experiencia acerca del desarrollo vital acontecido a los hombres en un lugar. Desde ese territorio, para ser exactos, el desierto, California, Los Angeles, la Costa Oeste, es que estas músicas despegan y aportan a la globalidad exigida por el bussiness del rock internacional. Todo esto es conocido, historia corriente y repetida entre los críticos. Lo que suele quedar solapado son los niveles yuxtapuestos e itinerantes en que se configura este devenir. Cada disco surge de una interacción que tiene la característica de no ser unilateral. No siempre y no solo es el desierto o la geografía el origen y el espejo y ni tampoco son letra y música el único nivel afectado. Las relaciones entre los músicos, cada cambio de formación, cada contexto y los posicionamientos en esos ambientes, caracterizan la vitalidad de este sonido. Este, el sexto disco de la banda, no escapa al imperativo y confecciona otra arista en el movimiento de múltiples niveles que fue construyendo, además, a la figura preponderante del frontman Joshua Homme. Si uno vuelve la mirada al pasado documentado en youtube ve al adolescente guitarrista de Kyuss parado, consciente de su función, a la izquierda del baterista, muy cerca del plato ride, conviviendo en un diálogo recíproco y equilibrado con los otros componentes de la banda que inventó el desert y el stoner-rock, géneros menores para ese tiempo de primacía grunge. De ahí en más la órbita elíptica continuó su curso junto al reacomodamiento de los elementos del entorno. Ya al formar Queens Of The Stone Age, el pelirrojo californiano pasó a ganar, con mecánica progresiva, cada vez un papel más central. Hay un interregno: el clásico Songs For The Deaf (2002), -matiz pero al mismo tiempo símbolo del recorrido- donde el peso irradiado por la talla de los demás integrantes mantuvo al guitarrista como un primus inter pares, apenas una cabeza por encima del resto. Sin embargo el éxito de esa gestión lo catapultó como un hombre de liderazgo definitivo sobre el cual la manada posa la mirada y busca refugio. Hoy Josh Homme ocupa varios centros: así como se coloca al frente en el escenario, también en el mundo más amplio del rock. Los antes subgéneros menores en los que comenzó a rasguear riffs y afilar punteos allá por los noventa y el estilo que supo captar y generarle una identidad sonora a toda una geografía, han ganado su lugar fuerte en la música y el imaginario del rock contemporáneo. Desde colocarse a la izquierda del baterista de Kyuss, a tocar la guitarra casi como sesionista en Screaming Trees para luego convertirse en un imán alrededor del cual giran músicos nuevos y consagrados, el hombre de Palm Springs se convierte hoy en un god of rock, nexo que conecta lo sido –Elton Jhon- con lo que adviene –Alex Turner-, retroalimentando la influencia desde el pasado hacia el futuro, desde lo externo hacia lo interno y viceversa. Esta es la interacción principal que ayuda a entender el lugar de Like Clockwork, el desierto, la geografía y las experiencias personales están, es cierto, pero la clave por detrás es la relación con toda esa música externa y la posición que ocupan los integrantes de la banda con el colorado establecido ya como faro (el gesto poderoso de ir al piano en alguna balada, colocado al frente, con el grupo atrás, lo denota). Así en Like Clokwork, además de los nombrados, desfilan Nick Olivieri, Dave Grohl, Mark Lanegan, Brody Dalle, Trent Reznor. Amenazan bases que remiten a la oscuridad y el misterio del crepúsculo en el desierto pero también guiñan a Mars Volta, aparecen baladas de tono inglés, estribillos que recuerdan a la música disco y estructuras rítmicas con una densidad fruto de la mística comunión entre Homme y Grohl, dos amigos que hacen honor, con sus herramientas, a esa conexión espiritual. El sexto disco de Queens Of The Stone Age se abre en un torbellino que expande influencias hacia afuera pero deja la puerta abierta a la llamada externa filtrada y curada por el ojo avizor del colorado de Palm Springs. Con evidencia, la banda ha logrado un punto álgido de madurez consolidando una formación idónea con los androides pálidos y fieles –Troy Van Leeuwen, Dean Fertita, Michael Shuman- y el potente agregado, ante la partida de Castillo, del baterista Jhon Teodore, ex Mars Volta, que supo sortear el filtro de los QOTSA para sumarse a este grupo de hombres que así como producen buen rock, dan la impresión de ser capaces de bajar de un helicóptero y liberar el Sudeste Asiático si no hubiese otra cosa para hacer.
QOTSA-pool-626x417
2-Un año intenso
Haber estado al borde de la muerte fue la experiencia que, según el propio Joshua, lo movió a componer estas canciones después de seis años sin aportar nuevo material para los QOTSA en los que se dedicó a producir y formar otros proyectos. Rock adulto, sensual y corpóreo, el sentido explícito del disco, fraguado en esa experiencia, se abre desde la primera canción, Keep Your Eyes Peeled donde una rítmica densa y siniestra, con inteligentes variaciones realizadas sobre el bombo y una sola nota de guitarra y bajo, se convierte en el pulso del reloj que da título al disco. La violencia y lo sagrado se reparten la atmosfera bien desarrollada y sugerida en el video de animación –Boneface- que acompañó el lanzamiento: una pelea de bar –simil “Rock Fuerte en el Puticlub”- llevada a cabo por seres que transitan una zona intermedia, muy cara a este disco, entre vida y muerte. La canción cierra con una frase fuerte que traducida a máquina sería algo como “alabado sea Dios, nada es lo que parece”. Un tema oscuro.
I Sat By The Ocean” trae lo mejor del rock veraniego americano. La composición pensada en tonalidad mayor, la melodía que cierra sobre si, la ironía que bien maneja el colorado de Palm Springs. Una letra acerca del amor, las expectativas, los posibles futuros que no fueron y el tránsito hacia un meta nivel lingüístico – we’re passing ships in the night- que nos muestra pasajeros, quizás nimios o solo rastreables por alguna marca, como el rumor de un motor que no deja de pasar e irse en la oscuridad de la noche. Homme pregunta con gravedad si realmente sabemos quiénes somos apoyado en la risa musical de una canción divertida.
La tercera “The Vampires of Time And Memories” es una balada en el piano que vuelve a transitar la zona entre vida y muerte. Canción cristiana no desde la afirmación de alguna entidad sino desde la pregunta por la presencia de algo más y la desesperación constatable en la posible soledad del momento de la muerte; el desprendimiento del hombre desde la multitud hacia el enfrentamiento cara a cara con la nada y la búsqueda de amparo. Preguntas fuertes, de hombre parado frente al atardecer rojo del desierto. “¿Quién podrá soportar su presencia?” cantaba Vox Dei, con temor, en Jeremías Pies de Plomo en la misma línea de esta canción. Importante la estrofa que da título al track –y que Boneface interpretó en el arte de tapa- a la cual inunda una progresiva ascensión de la voz y el volumen. De inmediato a eso caemos en el descanso de la batería, limitada a acentuar con platillos un arreglo de fondo entre guitarras y teclados logrando, por fin, la tensión justa para apoyar la frase que parece preguntar si hay alguien con derecho a sentirse vivo siendo, al mismo tiempo, incapaz del amor; si no hay necesidad, acaso, de abordar lo invisible. El final es anunciado por los golpes de Castillo, la banda se explaya con un hermoso solo del androide Fertita y la incógnita queda flotando en el aire. Punto alto del disco.
qotsa970600
Sigue If a had Tail, floja en la dicción, con una letra que calza forzada. Hay cierto encanto en el estribillo glam y un sonido que recuerda a Bowie. Reflexión sobre el cruce de la animalidad y la técnica que desde ahí intenta ensayar una crítica a la frivolidad. Groove e invitación a bailar, poco más que eso a pesar de la presencia de Alex Turner.
My God Is The Sun es la canción dedicada, sin máscaras, al amor hacia el desierto. Chacarera eléctrica y rabiosa que canta loas al sol como lo haría un faraón egipcio. La potencia y variación rítmica de Grohl en batería la lleva a otro plano. La zona power y rápida del disco.
Si en la anterior podemos insinuar un valle con hordas de esclavos formados con prolijidad y obligados a rendirse -Homme látigo en mano- ante el poder del sol, Kalopsia, en cambio, comienza como un vals industrial y sugiere el caminar entre máquinas obsoletas que aún mantienen cierta combustión secreta a punto de manifestarse con violencia, para volver a apagarse y retornar, poco después, a esa calma apócrifa. No es casual la presencia de Trent Reznor en el tema. Un pianito de fondo y las voces suaves que repiten kalopsia –la ilusión o el delirio de creer vivir algo más maravilloso de lo que es en realidad- nos hacen sentir los efluvios y vapores maquínicos que nublan la vista y deforman las cosas. Composición rara de los Queens Of The Stone Age, muy trabajada y cuidada que necesita su tiempo de escucha.
Fairweatherfriends es una canción de rock acerca de la amistad donde sobresalen las sucesivas tramas y solos de guitarra y el amplio espectro de la voz de Homme, capaz de ir del agudo hasta el vibrato profundo. Para destacar, también, la presencia de la Liga de La Justicia Costa Oeste -con Lanegan colaborando en la letra, Grohl en los tambores, Nick Olivieri, Alain Johaness y Brody Dalle en las voces- y de Sir Elthon Jhon en el piano, resaltando el riff realizado en conjunto con la guitarra y en los coros -en el que repite una y otra vez la frase del título- junto al conflictuado ex bajista de la banda. La canción consigue, con una puteada, cortar de golpe la mística pomposa que llega en el final; la ironía que le marca la cancha a la tentación de opulencia.
20130521092652-qotsa-video-fuck-you-whatever
De inmediato, y con unos ruiditos de máquinas, empieza Smooth Sailing. Otro escenario industrial, sensual y con ritmo electrónico. Pieza para bailar mientras se festeja la supervivencia y el arriesgar sabiendo la inexistencia de segundas oportunidades. Un espíritu que resume a QOTSA instanciado en esta oportunidad en un groove contagioso.
Ya desde el título I Appear Missing retoma la senda oscura de las primeras canciones del álbum. Estrofas acerca de despertarse en bata blanca, el ricotero estar preso en libertad, el juego entre desaparecer/ aparecer, etc. Densa en su estructura rítmica, llena de sonidos y guitarras eléctricas en capas, tiene la inestabilidad del enfermo que se levanta de su camilla y apoyado en ella trata de reconstruir, de a poco, el mundo circundante. Fundamental para cerrar la idea el video que acompaña, mezlca entre la serie Walking Dead y No Country For Old Men de los Coen: desierto, muerte y fantasmas.
El último tema es el que da nombre a la placa. Un piano, una melodía muy linda y la voz del colorado cantando acerca de los miedos, la certeza de que el mundo supone pérdida y el difícil arte de aprender lo imposible que es ir contra el tiempo. Lo clásico. Un arreglo deudor del rock inglés entre Yes y Radiohead, con una orquesta de fondo, cierra la canción y el disco dejando brillar, casi en un susurro, a un intimista Homme que repite, trágico, One thing that is clear It’s all down hill from here.
Queens Of The Stone Age entregó un muy buen disco, que requiere su tiempo de maduración. Profundo, con una música cargada de cuestionamientos existenciales y melancólicos –no muy nostálgicos- pero a la vez con un componente muy claro de dureza y sexualidad. No es posible dejar pasar la atmosfera entre industrial, desértica y post nuclear que los videos de promoción y el gran trabajo artístico de Boneface y Liam Brazer ayudaron a confeccionar completando el imaginario del álbum. Más tranquilo que los anteriores pero con una densidad que refleja la madurez de los músicos, el sexto disco de la gente de Palm Desert coloca otra vez a la banda en la senda del buen hacer, algo a lo que -y agradecemos- no dejan de acostumbrarnos.

CAE tuitero

Nota original en: http://revistapaco.com.ar/2013/07/16/cae-tuitero/

Hubo un ícono de la cultura popular argentina que resignificó a Elvis y generó un estilo propio: una versión gitana y romántica del rey del rock n roll. Desde Banfield, Roberto Sánchez fue el primer artista del conurbano bonaerense en trascender la mera imitación y transformarse en una verdadera estrella. El segundo, mucho más actual, lo encontramos en Carlos Alberto Elias, CAE, quién saltó a la fama como líder de la extinta Bravo, cinco jóvenes lookeados con pelo batido que imitaban en estética y música a Bon Jovi, una de las bandas más importantes del mundo en esos años. Su momento de fama apareció con la canción “Desierto sin amor”, su primer hit. Más tarde salieron al mercado los álbumes Sacrificio” y “Bravo III”, discos que llegaron a vender 500.000 unidades. Su mayor éxito era la balada Te recuerdo que todavía es cantada en karaokes y suena activamente en radios de música romántica.
La historia posterior de CAE se divide en dos. El éxito desbordado con Bravo, la separación y el destierro en España para probar suerte en un nuevo mercado. No solo no pudo conquistar la madre patria sino que tuvo que volver a la Argentina a empezar de cero. Arremangó sus pantalones ajustados y brillantes para rearmar su carrera como músico y lejos de contratos con multinacionales comenzó el arduo camino de la autogestión, la etapa obrera. En ese recorrido independiente, la difusión fue importante y las redes sociales, más precisamente el Twitter, imprescindibles. CAE entendió bien su uso, tanto que su @CaeRocklover se convirtió rápidamente en furor: ya cuenta con más de 5477 seguidoresSu presentación es tan honesta como prodigiosa: 
Captura de pantalla 2013-07-16 a la(s) 11.18.32
No sería ilógico esperar que alguien que canta “Te recuerdo en mis sueños/ ahora que te estoy perdiendo/ te recuerdo en mi piel / y no puedo creer que el secreto que inventamos /en el fuego murió /y mató de un solo beso a nuestro amor” posea un twitter gelatinoso, cargado de pompas románticas y colocado en un lugar de pose y respeto hacia el fan que le impida contestar tanto las menciones positivas como las críticas recibidas. Todo lo contrario, @CaeRocklover rompe, clava una estaca en el corazón del prejuicio, putea, te sigue ni bien lo seguís, te contesta y, si lo bardeás, te invita a pelear:
@infradotado: ADN con SIDA en una Stratocaster vendida en Mercado Libre perteneciente a @CaeRocklover”/es verdad estuvo en tu culito
@e_scribbler: Yo y 2500 más. Eso te hace un TRI BU NE RO.”/calculo q debes tener 36 maso años pke tengo un amigo de 18 q es medio pelotudo
@brendytytyta: se hace el malote y es un eterno pelotudo que solamente suar podia revivir.”/ que lokiiita, hacete un dedo idiota
@Claudiaraca: @CaeRocklover yo tengo tatuaje en el hombro,tobillera y muñeca…..que significa????ja”/q t gusta más la japi q dormir
El rockstar no solo se calza los guantes para la confrontación, también es un filoso y reflexivo crítico:
Critiquen a Fito Paez bribones q se embolsó 2palos y si tuviera q pagar 1$ x cada nota q desafina quedaría debiendo guita
En un lugar en donde Agapornis es banda d culto, mantengo intactas mis chances d ser un prócer…20 años juntos
Basta d Regina Spektor, Artics Monkeys y hacerse los modernos. Confiesen q todos la pusieron con ésto youtu.be/6FyFV48sCjk
Tampoco la política es ajena a sus tuits, en donde mezcla sentido del humor con una mirada filosófica sobre cómo vivir, apelando por momentos a un nacionalismo que casi siempre es una contrapartida con Bon Jovi.
Quiero tocar antes de Bonjo y ya q el pela campera yanqui, yo voy a vestir a toda mi banda d celeste y blanco, asi se lleva esa imagen
Mauri q pasa no cobran peaje en CABA y GBA q hay suelta d boludos por las calles? Remachadores de glandes con el orto. Les tuiteo cn la zurda
En mi manada soy macho alpha, con 300 como yo haríamos algo grande…revolución d acciones directas y amor
Como lo haría un palestino con su tierra, fusil en mano y en posición de descanso, Cae muestra orgulloso su lugar de pertenencia y desde ahí, desde cualquier playa de estacionamiento de un hipermercado del primer cordón, dibuja una antropología del rockero conurbano para contraponerlo, otra vez, al rockstar del país del Norte.
Soy lo más parecido a una estrella de rock que puedas encontrar paseando en Sodimac
Me pasé todo el día d hoy gambeteando garquetas y arreando atorrantes…el rockstar conurbano es rústico para el show bussines
Cuando estoy en el downtown sea la hora que sea paso por Las Cuartetas. A Bonjo no le pasa…
Un día antes d show Bonjo hace jacuzzi,masajes y concentra.Rockstar conurbano lava el auto el mismo cn manguera y shampoo. Soy cabotaje
Me mandan fotos de lindas tetas la la la la, a Bonjo noooo la la la la, chau bribones!
Uh la q faltaba, leo a algunas drypussys enajenadas porque se viene CAE con Bon Jovi…y bueee se la van a tener q fumar
No hay nada que hacer…soy un romántico empedernido
Pero sobre todo lo que impera en @CaeRocklover es una confianza ciega en lo que él entiende por “romanticismo”. Y quién busque acá otra vez lo dulce, la melancolía, la poesía llorona, se va a llevar otra sorpresa. CAE aparece más cerca del imaginario de un empleado transportista tocando bocina a cada culo que se le cruce, que de la lágrima derramada sobre la hoja de la carta.
 Díalibre soy testigo atónito d los planes (todos diferentes) q propone la familia. Prefiero la gira, ahí sólo hay q tocar-coger-comer-viajar
Dejen terapia y denle al emperne.
No le dejes a los gusanos lo q se puede comer un humano.
Lo mío es el romance
Che en vez d mandarme fotos d golosinas x la semana d la dulzura, sigo prefiriendo las zarpadas fotos d culos y tetas. Listi
@vero_ho: @CaeRocklover uds, hombres,quedan mansos…nosotras? Q sabes?”/cuando te garchen bien ya lo sabrás…
En este devenir romántico nació, después de un acoso sexual virtual que sufrió por parte de una fan, el hashtag #PitoPeronista. ”Yo aclaré que mi pito tiene dueño pero es peronista, le pertenece al pueblo”, dijo en su momento el músico, apelando a la paradoja como un maestro zen. Fue a partir de esa declaración que #pitoperonista tuvo su momento de furor y llegó a convertirse en la reciente cuenta @pitoperonista, que invitamos a visitar y que cuenta con una dedicatoria sentimental al roquero millonario de New Jersey:
HHi @BonJovi mi gaporong are tw account @PitoPeronista because. Your the best in USA iam the garompa dde Va Devoto hasta Mar del Plata
Hi @bonjovi i have a millions of pajers waiting for de presentaiyon of the #pitoperonista because i can. Is an example of argentinian nerca
En realidad, pese a los prejuicios, Carlos Alberto Elías está cerca de cierto sub género del rock y nos muestra, con su imagen y proliferación, el snobismo argento tan capaz de condecorar estrellas glam del Norte como de negar la experiencia y el éxito local. Negación que sufrieron no solo el twittero en cuestión sino, por ejemplo, JAF y Rata Blanca: obreros de la música que apostaron en algún momento –y fueron ajusticiados- a la letra y la melodía romántica apoyados sobre acordes de distorsión leve. Hombres lookeados y con guitarra eléctrica que no dudan al momento de ponerse el overol y hacer horas extras. En ese lugar está @CaeRocklover para documentar el ríspido día a día de esta especie de luchador del hit que, alejado de los presupuestos millonarios, intenta ganarse la vida en algún estribillo llevadero.

Entrevista.

Nota original en: http://revistapaco.com.ar/2013/06/29/el-extrano-camino-al-propio-norte/

Entrevista a Sergio Massarotto: 
“Me saqué las ganas de hacer esta especie de pastiche”.
Por Juan Terranova
Aunque vive en Cañuelas, Provincia de Buenos Aires, viaja todo el tiempo a Buenos Aires y el disco que está presentando se grabó también en parte en La Plata. El extraño camino al propio norte de Sergio Massarotto terminado hacia fines del año pasado, recién ahora se puede escuchar y bajar de la web. Mezcla solidaria de músicas locales con arreglos y colores contemporáneos y también un poco de rock, Massarotto para decirlo todo en el título que agrupa las ocho canciones. El camino, la búsqueda y la brújula siempre suenan raro y hay que estar preparado, con resignación entusiasta,  para enfrentar esos sonidos. 
¿Qué música escuchás por placer?
Rock. Siempre está el trasfondo del rock. Lo que pasa es que tengo etapas en las que me obsesiono con cierto artista y eso me puede llevar a otros lugares. En algún momento me pasó con Spinetta, el primer disco de Invisible, Charly García, Divididos, Pez, Jaco Pastorius, después con Pedro Aznar, el Dúo Salteño, Mercedes Sosa, Sting, Nick Drake, Fernando Cabrera, Paul Mc Cartney, Pearl Jam o The Black Keys por nombrar algunos. Hubo un momento en que escuchaba Alberto Merlo, que es un cantor de milonga sureña y estuve obsesionado con esa forma hasta el extremo de buscar en la historia del contrapunto orígenes similares a los del blues. Pero siempre navego “desde y vuelvo a” el rock. Hoy por hoy no pasa un día en que no ponga un disco de Queens Of The Stone Age y toda la troupe que acompaña al colorado Homme, a quien ya tuve la oportunidad de escuchar en vivo dos veces y me parece increíble.
Se escuchan diferentes músicas en el disco. Milonga, canción, candombe, temas con más distorsión, riffs, tradiciones que a veces suenan opuestas ¿cómo conviven esos géneros a la hora de componer y arreglar? 
Para estas canciones, con los arreglos, me ayudaron un par de amigos. Todas las músicas que aparecen en el disco me parece que tienen que ver con la forma de relacionarme con los artistas que me cautivaron en determinado momento. Quiero componer como ellos. Y entonces me doy cuenta que puedo hacer y tengo, una milonga, una canción, un funk rock, etc. que responden a esas diferentes etapas. Creo que el disco plasma un poco todo el recorrido musical, mínimo, ínfimo, pero muy heterogéneo y desordenado que he tenido a través de diferentes bandas. En un momento en que estaba alejado -en cierta forma y salvo por la escucha- de la música, dije “¿a ver qué tengo que se pueda mostrar?” Y todo eso que había hecho paralelo al rock, estaba ahí al alcance, para hacerme cargo y para usarlo. A la hora de componer y arreglar están esas músicas dando vueltas, disponibles y puedo meter mano o no tratando de respetar lo más posible el abanico de arreglos que la canción prescribe. En ese sentido el disco es infantil y lúdico, habla de una falta de distancia “adulta” si se quiere, para con lo que escuché y que se nota, creo, desde el título como “búsqueda extraña”. Pero bueno, me saqué las ganas de hacer esta especie de pastiche.
¿Cómo se te ocurrió grabar Aint no Sunshine  de Bill Withers?
Esa canción la escuché una vez de casualidad a través de un blog y me encantó. La incorporé a una lista que hacía acompañado solo por la guitarra para laburar en algunos bares y me quedó cómoda para cantar, gustó; así que la grabé. Después me dijeron que era la de “Un lugar Llamado Nothing Hill”. Lo mismo me había pasado con Like a Stone de Audioslave, recogí la versión que hace Chris Cornell en su disco acústico, la toqué un par de veces, pero al final esa no quedó en el disco. Tiene otra exigencia vocal.
¿Cómo hacés para componer? ¿Elegís un género? Decís “hoy voy a hacer una milonga”. ¿O es algo que surge por su propia fuerza? 
Un poco de las dos. Aunque muchas veces tiene que ver con el contexto y con lo que me esté interpelando y estoy escuchando en ese momento. “Milonga del Cardenal”, por ejemplo, surgió en una situación básica: un asado con amigos y en verano. Y después si, puede pasar que esté tocando la guitarra sonámbulo y surja algo interesante con fuerza, alguna cadencia o algún riff que dispare el proceso.
¿Qué tiene que tener una melodía para que te guste?
Hoy creo que una melodía tiene que tener cierto ritmo y musicalidad reconocible. En otro momento buscaba y valoraba un poco más la dificultad, pero te vas dando cuenta que eso es efímero y a veces hasta es un escape. Se puede armar una melodía re compleja, tocando figuras raras y notas de escalas exóticas, pero se convierte en un gesto para mirar al público como diciéndole “je, ¿viste la melodía que puedo hacer no?” “Cuarenta dibujos en un metro cuadrado”, dice Divididos. Hay que tener cuidado con eso. El ejercicio de despojar una melodía de todo lo que está de más, a veces es más complicado y exigente pero da resultados. Incluso en el rock es mucho más complejo componer una canción interesante con una melodía accesible que con una línea super intrincada.
Vivís en Cañuelas, pero viajás a Buenos Aires todo el tiempo. ¿Sentís que este es un disco hecho desde ese espacio intermedio entre la ciudad y el campo?
Lo veo como un reflejo de un par de años para atrás, un ajuste de ciertas cuentas. Y si, está el espacio intermedio, el ir y venir, el vivir en Buenos Aires un par de años, algunas relaciones medio tormentosas que se manifestaron en ese tiempo, los saltos que tuve de tocar rock power y progresivo durante nueve años a coquetear con otros géneros; que también se pueden ver como otros espacios entre.
¿Puede ser que seas un letrista melancólico?  “No voy a hacer el guión de un tango” cantás, pero en todos los temas hay un ánimo criollo, popular, que suena a suspiro de paisano.
Si bien en esa letra que apuntás trato de dibujar escenas típicamente melancólicas que después rechazo con el puente, el estribillo y el arreglito de slide, el ánimo criollo está en el disco. Para ser sinceros es algo que hoy por momentos me fastidia o no me convence mucho. Un amigo, bibliotecario y escritor, me decía “y bueno, vivimos en la Pampa, que querés, eso está en el aire, andate a Brasil si no”. A veces ante algunos temas llego a preguntarme qué me pasó que escribí esto y entonces creo que merezco ser decapitado como los Stark por algunas de las frases que utilicé. Porque las letras hablan casi todas de lo mismo: meterle para adelante, no mirar atrás, etc. pero en el producto y desde donde están dichas cargan melancolía. Por ahí la propia del que está sacando la pata del barro, no sé, o por ahí tiene razón mi amigo. Aunque parezca una locura, dudé mucho en publicar el disco por esas cuestiones ya terminado y todo. Es cierto que algunas canciones tienen cinco o seis años y uno cambia con el paso del tiempo y en mi caso me he puesto más irónico –creo- y corrosivo. Eso lo veo en las canciones que compongo hoy con mi banda de rock Científico Loco y en algunas otras cosas que escribo. Cuando lo grababa, imbuido en problemas más técnicos –afinaciones, toques, etc.-, no tenía muchos problemas con las letras, no las pensaba por ese lado; pero cuando escuché el producto terminado me vino la cuestión a la cabeza. Por eso ahora planeo tocarlo en vivo desde otro lugar: batería y guitarra eléctrica con un poco de saturación, para desarmar las canciones y que tengan más ironía aunque sea por el lado técnico/musical.

Los discos del Venado.

Nota original en: http://revistapaco.com.ar/2013/06/25/los-discos-del-venado/

por Sergio “el Bomba” Massarotto / @sarkiseter
El rock, fenómeno urbano, se nuclea casi en su totalidad alrededor de Buenos Aires. Poco se ve de lo qué sucede en las otras ciudades, las que se encuentran más allá de ruta 6, al norte o al sur de la Capital Federal y el conurbano. Ciudades que tienen otra especificidad, más chicas, muchas lindantes con los paisajes naturales de un modo más inmediato. ¿Qué rock se hace ahí? ¿Cómo se las arregla para sobrevivir? Con un mercado reducido –casi inexistente- y en desigualdad de competencia con otras expresiones como el folclore, los músicos de rock siguen pisando pedales de distorsión y buscan romper fronteras agrupándose en diferentes proyectos, algunos de ellos con objetivos claros de profesionalización. Sin embargo, es muy difícil trascender desde el terruño. Las bandas aun hoy deben conectar con Buenos Aires. Lo otro muchas veces es morir en un circuito autocomplaciente y familiar más cercano al hobby.
Con origen en Neuquén, ya instalados en la capital de Argentina, la gente de Venado Records encontró en la construcción de un flujo permanente con las posibilidades que ofrece Buenos Aires la chance de saltar esas barreras. El espectro que ofrece el sello es amplio y las ambigüedades generadas entre el origen de sus integrantes, su presente porteño y los objetivos de federalización que el sello mantiene, logran aportar cosas interesantes. Andrés Gargiulo, uno de sus fundadores e integrante de varios proyectos del sello –Buthan, Montaña Sagrada- nos cuenta un poco de que va la cosa.
Venado
¿Cómo nace Venado Records?
Venado se gestó de la unión natural de tres bandas amigas: Amorfuss, Volva y Ruta del Desierto. Fue darle forma a algo que en sí ya venía funcionando. Las tres bandas éramos conscientes de que nuestra música no se corresponde directamente con los gustos populares y más convocantes, por ende iba a ser muy difícil crecer en esto si no nos decidíamos a pavimentar nuestro propio camino, en ese sentido Venado es nuestra versión de un sello, una productora, de cómo creemos que deberían hacerse las cosas.
¿Cómo funciona?
El funcionamiento fue muy caótico al principio, éramos doce amigos cruzando ideas sin un criterio de producción claro. Con el tiempo lo fuimos puliendo y hoy en día somos seis los que estamos encima de cada proyecto. Individualmente tenemos diferentes capacidades y cada uno se ocupa del área que más cómoda le queda o que más conoce. Las posibilidades de producir dentro de este esquema son muchas, y nos gusta hacer de todo, pero preferimos ir dando pasos cortos y firmes antes que sobrecargarnos de compromisos y terminar haciendo todo a las apuradas y a medias. Los tres pilares de producción de Venado son: Producción (grabación, mezcla, masterización, gráfica, difusión, producción audiovisual), Producción de eventos nacionales e internacionales, y Edición de discos y merchandising. La participación de Venado en el proceso de producción de una banda depende de cada proyecto. Hay casos en los que nosotros nos hicimos cargo de toda la producción y otros casos donde la banda ya tiene su disco hecho y nos propone trabajar en conjunto la edición, difusión y shows.
¿Sólo nuclea bandas neuquinas?
No. Al principio si fue así porque Venado nació en Neuquén con bandas neuquinas. Pero la mayoría vivimos en Buenos Aires y acá nos relacionamos con muchas otras bandas que no tienen nada que ver con Neuquén o la patagonia y que hoy en día son parte del catálogo del sello, o con las que simplemente contamos para armar una fecha.
¿Cuáles son los géneros que predominan?
El rock es la columna vertebral de Venado, pero no es lo único que nos interesa promocionar. Nos sentimos identificados con un subgénero de rock llamado stoner-rock, el cual surgió en el desierto de California en los 90. En Argentina hay bandas excelentes de esta música y no se conocen mucho, por eso buscamos difundir más el género. Pero tampoco queremos cerrarnos en él. Los valores que nos guían a la hora de trabajar con las bandas son los de experimentación, expresión y originalidad. También es importante que los integrantes de las bandas, mas allá de que reúnan estos valores, tiren para el mismo lado que nosotros, que tengan un real compromiso por su música.
Repasando nombres de bandas en la página, Monster Coyote, Ruta del Desierto, Montaña Sagrada, surge una pregunta: ¿cuánto y cómo influye el paisaje neuquino en la música?
No creo que eso sea algo implícito, que influya directamente a la música, pero si puede ser que a nivel personal tenga su peso. Depende de la experiencia de cada uno y de lo que quiera transmitir como músico. Yo le doy importancia, busco que mi música sea genuina, que me represente, y el río, los lagos, la barda, las montañas, el viento, los colores del cielo son parte de mi crianza, son imágenes que me acompañan. Cuando estoy componiendo generalmente estas imágenes aparecen y me sirven de apoyo, de guía.
¿Cómo es la escena en Neuquén, está consolidada, hay lugares para tocar? ¿Cómo se logra “hacer ruido” en el interior? ¿Es inevitable recalar en Buenos Aires?
Hace muchos años que no vivo en Neuquén y no conozco en profundidad como está la movida allá. Si te puedo asegurar que no hay una escena, por lo menos no en los géneros que nos movemos nosotros. Lugares hay pero pocos, el circuito de escenarios dignos puede reducirse a tres o cuatro. Neuquén tiene un techo en cuanto a convocatoria para las bandas locales, siempre generan más atracción las bandas que vienen de afuera. Para hacer ruido desde el interior primero hay que hacer bien las cosas, ser serios y responsables, después invitar a bandas que ayuden a poner el foco en tu ciudad, que salga todo bien, y repetirlo. Siguiendo esto, lo que buscamos con Venado es crear un puente entre Neuquén y Buenos Aires principalmente, pero también extenderlo a otros puntos del interior. Nos encantaría generar estos espacios con más frecuencia, pero como te decía antes preferimos ir sumando de a poco pero con firmeza.
¿Qué es Buthan?
(Se ríe) No se si me lo preguntas por desconcierto o por curiosidad, o por ambas. Es una banda del sello, integrada por Martín Tarifeño, Fran Badano y yo (Andrés Gargiulo). Hacemos música experimental, las primeras presentaciones fueron pura improvisación, era enchufar los equipos y cada uno volar con el sonido hasta encontrarnos en un punto para desde ahí generar una textura sonora más grande y en armonía. Con el tiempo le fuimos dando forma hasta crear lo que hoy es nuestro primer discoBehind Dead Woods, una obra de veinticinco minutos ininterrumpidos que pasa por el ambient, el drone hasta explotar con doom metal. La música de Bhutan requiere de un oyente comprometido, que repose en nuestros sonidos y se permita viajar con ellos. Ahora si la pregunta es por el significado de la palabra “Bhutan”, es un país oriental, ubicado entre la India y China.
¿A dónde se tiene que dirigir el que quiera escuchar un poco lo que está desarrollando el sello? ¿Qué bandas tendría que escuchar?
Tenemos una pagina oficial www.venadorecords.com con la música de todas las bandas para escuchar ahí mismo y videos de fechas que organizamos. También difundimos mucho por facebook.com/venadorecords. Toda la música que está en la pagina es para recomendar, es variado el catálogo. Hay algunas bandas que ya no están más activas como Amorfuss y Ruta del Desierto. Otros proyectos son más espaciados en el tiempo como Montaña Sagrada.
¿Cuáles son los próximos proyectos de Venado?
Tenemos el ciclo hasta diciembre, donde ya confirmamos la presencia de bandas reconocidas y que iremos anunciando cada mes, la próxima fecha es el 20 de julio con Humo del Cairo y Bhutan. Ahora en junio vamos a tener el disco de Banda de la Muerte disponible para la venta, es una edición en vinilo picture disc, fabricado en Europa. También está disponible el disco de Bhutan en cd, con póster incluido en la edición. La idea es ir sumando discos al catalogo, en la medida que se pueda. Cuatro de los seis venados integramos una nueva banda de canciones de rock bien al frente, la cual estamos produciendo y esperamos poder presentarla a finales del año. También estamos en contacto con una banda importante de la escena internacional para traerla a Buenos Aires este año. Y tenemos planes para fechas importantes en Neuquén.
¿Qué discos del sello recomendarías?
Los discos físicos que tenemos disponibles son La sombra del fuego de Doma, Seis canciones de Banda de la Muerte y Behind dead woods de Bhutan. Los tres son grandes discos y estamos orgullosos de como quedaron las ediciones.